La obra de los artistas MATEU BAUZÀ, LOLA BERENGUER, PEP COLL, ÑACO FABRÉ y FERNANDO PAGOLA, se reúne por primera vez en un mismo espacio para dar sentido a una exposición donde la abstracción es la protagonista indiscutible. Bajo un título, que en parte hace referencia a un tema recurrente en la historia, con rasgos claramente clásicos y académicos, la muestra ofrece al espectador una visión totalmente diferente y transversal.
El arte es una ventana infinita, un elocuente diálogo entre creador y observador. Ambos viven el arte, desde diferentes posiciones. El segundo desde una posición que se antoja, claramente, más privilegiada. El uno desde el interior, por necesidad; el otro desde el deleite, por la atracción y la emoción en su búsqueda de la belleza. PAISAJES TRANSVERSALES invita a un paseo por un bosque de culto, abstracto, contundente, depurado y coherente.
Ciertamente la transversalidad se encuentra en la diferencia de discursos, lenguajes, intencionalidad, técnica y formalismos, pero en conjunto enlazando un diálogo de excelencia y calidad, sello que siempre se encuentra en todas y cada una de las propuestas de nuestra Galería y Taller.
El recorrido, con un planteamiento por iniciativa de 6A GALERIA D’ART, no es azaroso. Se inicia con MATEU BAUZÀ (Palma, 1950), quien por primera vez colabora con la casa. Un placer el ser testigos directos del proceso creativo del autor, ante la técnica litográfica, por primera vez en su trayectoria. Bauzà abre un proyecto colectivo, con pintura y obra gráfica original, que encabeza el sentido del título de la muestra. De las 5 propuestas, la suya es donde se intuye la intencionalidad más claramente, más arraigada al entorno que nos rodea, acotada en la superficie pictórica. La línea que separa la experiencia del paisaje, de la pintura, desaparece en su obra. El pintor es, sin duda, en la abstracción más depurada, el paisajista por excelencia. Un referente consolidado. Bauzà vive la pintura desde el interior, alentado por la vivencia de un paisaje constantemente presente en un Mundo que no encuentra fin, y nos permite perdernos en el horizonte. El artista necesita del paisaje, necesita del mar, necesita de la profundidad donde se pierde la vista, y entra la pincelada hasta lo más hondo de las emociones. El mar, los contornos que dibujan los paisajes, son sometidos a la depuración más radical, para tornarse en campos intensos de color, alejados del silencio, diciéndolo todo.
La obra de LOLA BERENGUER (El Ejido. Almería, 1965) no es nueva en las propuestas del 6A, pero sí imprescindible, cuando hablamos de excelencia de oficio. La delicadeza, la serenidad, la pulcritud en las formas, las geometrías, las líneas, nos muestran ventanas, paisajes, que invitan a experimentar la belleza intensa. Lejos de cualquier intencionalidad, la obra de Berenguer invita a quién observa a pasear por paisajes abstractos, solemnes, equilibrados, donde las formas respiran, sobre campos de colores neutros, con una nitidez que solo consigue quién domina el oficio de la pintura, con un respeto absoluto, que a pesar que tendría que ser intrínseco, ella hace que sea un hecho extraordinario. La artista andaluza suma a la exposición gracias a una serie de obras pictóricas (sobre tela y papel), acompañadas por sensibles dibujos íntimos, además de obra gráfica original estampada y editada por 6A. El recorrido por su obra, inevitablemente, nos transporta a otro paisajismo, el que nos permite abstraernos del contacto directo con la realidad. Una oda a la pintura delicada, dignificada por quien sella su autoría.
FERNANDO PAGOLA (San Sebastián, 1961) abre una ventana al paisaje imaginario. Compuesto en base a campos de colores intensos, rabiosos, curiosamente reposados, el artista, ennoblece la pintura sobre papel, gracias a baños de color, trabajados con delicadeza. La técnica del collage es de siempre, un gran aliado en su proceso creativo de composición, y refuerza las texturas de la obra pictórica. Tan solo la estructura de madera, da más cuerpo, si procede, a la obra, y limita su presencia en el espacio. Es autor de obras monumentales gracias a la suma, de obras independientes que crean sendas, que a menudo intimidan a la arquitectura, al espacio, otorgando un protagonismo absoluto a la obra. El autor es claro ejemplo de quién es conocedor del sentido de espacio más amplio. La convivencia entre la abstracción y la figuración, que define una parte importante de su discurso, es defenestrada cuando la abstracción más contundente gana terreno. El sentido de lucha, de presencia, entre obra y espacio, es desigual, en favor, siempre, de la obra pictórica, capaz de absorber la atención del espectador, más absoluta.
PEP COLL (Palma, 1959) es creador de un universo pictórico propio que se va enlazando en una suerte de autobiografía. Los símbolos que visten la superficie pictórica crean paisajes abstractos armoniosos reforzados por la necesidad cromática. El artista con una extensa e intensa trayectoria, siempre ha sido fiel a este universo, paisaje, viaje de vida, al fin y al cabo. Si una cosa define la obra de Coll son las formas desdibujadas, evolucionadas en la abstracción de elementos que lo han acompañado a lo largo de la vida. Otros adquiridos por la necesidad del conocimiento, vivencias que comparte gracias a la pintura. El paisaje del pintor cuenta historias, su historia, invitando el espectador a pasear desde el sentimiento que evoca la pincelada, la mancha de color intensa. Coll, gran conversador, no esconde la vida tras la pincelada, más bien al contrario, se sincera gracias a una combinación perfecta entre los elementos puestos en escena ante un telón elaborado e infinito. Amante del teatro, su pintura es una puesta en escena, en la que Coll, siempre comprometido, se desnuda, dejando justamente, plena libertad para que su pintura sea experimentada por los que la disfrutamos. Pep Coll muestra una vez más el dominio de la técnica litográfica, fruto de sus última estancia en los obradores del Taller 6A.
Cierra la propuesta ÑACO FABRÉ (Palma, 1965) con una serie reciente. El artista no es ajeno a la naturaleza, al entorno. Creador de una abstracción que bebe de la geometría, de la gestualidad controlada, a momentos lírica, en esta ocasión nos propone un paisaje de ondulaciones definidas, en diálogo, a camino entre la técnica más arcaica de las técnicas de estampación tradicionales, la xilografía, y la pintura sobre madera. Gracias a esta confrontación, podemos observar claramente, como el autor resuelve el mismo discurso, con técnicas diferentes, entre directa e indirecta. Fabré se define por la constancia, que se traduce por el respeto desde el inicio y hasta el cierre de un discurso claro. Cuando enfila el argumentario, lo somete a diferentes medios expresivos como es el caso de su propuesta para la exposición que nos ocupa, donde nos plantea un periplo que parte de la pintura, pasa por la obra gráfica original, para acabar en la obra escultórica, Nube modernista.
PAISAJES TRANSVERSALES es una exposición de culto a la abstracción, fruto de meses de intensidad e incertidumbre. Un paseo por la pintura, por la técnica y por el arte de excelencia.
6A GALERIA D’ART, Agosto 2020.